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Origen del gotelé
El gotelé es una técnica de acabado de superficies que se originó en Europa durante el siglo XX. Este método consiste en aplicar una capa de pintura o yeso mezclado con arena y agua sobre las paredes y techos, creando una textura irregular y rugosa, característica de este estilo. Aunque es difícil precisar el momento exacto en que se originó el gotelé, se cree que surgió como una manera de ocultar imperfecciones en la construcción y de ofrecer un acabado más económico y rápido que otros métodos tradicionales.
Inventor del gotelé
No hay una figura específica a la que se le atribuya la invención del gotelé, ya que este acabado fue el resultado de la evolución de técnicas de construcción y decoración a lo largo del tiempo. Sin embargo, es posible que varios profesionales de la construcción y la decoración hayan contribuido a su desarrollo y popularización, adaptando técnicas ya existentes y experimentando con nuevos materiales y métodos de aplicación.
Introducción del gotelé en España
El gotelé comenzó a ganar popularidad en España en la década de 1960, cuando el país experimentó un auge en la construcción de viviendas y edificios. Este acabado fue adoptado rápidamente por los constructores españoles, ya que ofrecía una solución económica y práctica para cubrir las imperfecciones en las paredes y techos de las nuevas construcciones. Desde entonces, el gotelé se ha convertido en un elemento distintivo de la arquitectura y decoración españolas, y aunque en las últimas décadas ha perdido algo de popularidad, aún se puede encontrar en muchas viviendas y edificios en todo el país.
Función del gotelé
La función principal del gotelé es proporcionar un acabado texturizado para las paredes y techos, lo que permite ocultar pequeñas imperfecciones e irregularidades en la superficie. Al aplicar una capa de pintura o yeso con una textura rugosa, se logra disimular defectos como grietas, fisuras o manchas, que podrían ser más evidentes en un acabado liso. Además, el gotelé es fácil de aplicar y suele ser más económico que otros tipos de acabados, lo que lo convierte en una opción popular para la construcción y remodelación de viviendas.
Gotelé antiguo
El gotelé antiguo, también conocido como gotelé clásico, es una técnica de acabado de paredes y techos que se popularizó en Europa durante la primera mitad del siglo XX. Este estilo se caracteriza por tener una textura más gruesa y rugosa que el gotelé moderno, lo que le otorga un aspecto más marcado y pronunciado.
Esta variante del gotelé se creó mediante la mezcla de pintura con materiales granulados, como arena, lo que proporcionaba una pasta con textura que se aplicaba sobre las superficies con un rodillo, brocha o incluso con las manos. La técnica permitía a los constructores y decoradores cubrir imperfecciones e irregularidades en las paredes y techos de forma eficiente y económica.
El gotelé antiguo es un testimonio de la evolución de las técnicas de construcción y decoración a lo largo del tiempo. Aunque en la actualidad ha sido desplazado por estilos más modernos y minimalistas, el gotelé antiguo sigue siendo apreciado por aquellos que buscan un toque de nostalgia y autenticidad en sus espacios. Además, algunos profesionales del sector están retomando el uso de esta técnica para crear ambientes únicos y con personalidad en proyectos de restauración o rehabilitación de viviendas y edificios históricos.